Reformar la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el estado de Hidalgo, tendrá el objetivo de incluir de manera explícita, la fístula obstétrica como una forma de violencia cuando ésta sea causada por omisión o negligencia médica.
Este tipo de lesiones afectan sobre todo a mujeres pobres, jóvenes, indígenas o rurales, que no reciben atención médica adecuada durante el parto.
“La fístula obstétrica no debería existir. Es una lesión prevenible, pero cuando el sistema de salud falla, se convierte en violencia. Una violencia que deja heridas físicas, emocionales y sociales”.
Así lo planteó la diputada Kitty Larragoiti Osorio, al presentar la iniciativa de ley ante el pleno, señalando que la fístula obstétrica se presenta cuando, debido a un parto complicado y prolongado sin atención médica oportuna, se forma un orificio entre el canal del parto y órganos como la vejiga o el recto.
Esta lesión provoca que la mujer pierda el control de la orina o las heces, y suele llevar al aislamiento, la depresión y el estigma.
Dijo que la reforma no implica gasto público adicional ni la creación de nuevas instituciones, pero busca dar claridad legal, visibilizar el problema y establecer la obligación del Estado de prevenirlo, atenderlo y repararlo.
“Nombrar esta violencia es el primer paso para transformarla. Esta reforma es pequeña en palabras, pero profunda en significado. Nombra a quienes han sido silenciadas por demasiado tiempo”, sostuvo Larragoiti Osorio.

La diputada también hizo un llamado a dejar de minimizar la violencia obstétrica, recordando que puede manifestarse desde prácticas humillantes hasta lesiones irreversibles. Afirmó que la propuesta responde a una deuda histórica con las mujeres más vulnerables del estado.
La iniciativa fue bien recibida por activistas y especialistas en salud reproductiva, quienes aseguran que representa un avance hacia una atención médica más digna y justa.