JUAN MANUEL CORTÉS
Después de penosa agonía, falleció un segundo policía sacrificado por fanáticos de una secta de culto a la muerte, agente de investigación de la Procuraduría General de Justicia del estado de Hidalgo (PGJEH), adscrito al Centro de Justicia para Mujeres.
Los hoy occisos, Paulino Castañeda Aguilar y el comandante Vicente Monroy Ballesteros, el sábado, en la colonia La Loma, ejido de Santa Julia, municipio de Pachuca, fueron retenidos, privados de su libertad y salvajemente golpeados en el interior de la capilla denominada El Angelito Negro 666.
Esto ocurrió al ser sorprendidos cuando se presentaron a entregar una notificación sobre medida de protección a favor de una mujer (pareja de unos de los agresores), como parte del protocolo legal para garantizar su integridad.
Durante la intervención, ambos oficiales fueron atacados por personas que se encontraban en el lugar, resultando gravemente heridos.

DEL ISSSTE A INTERMEDICA
La mañana de este lunes, en Plaza Juárez, después de la ceremonia del Lunes Cívico, José Antonio Castañeda, hermano de la víctima, se acercó a los representantes de los medios de comunicación.
Declaró que su hermano tras ser “rescatado” junto con su compañero, fueron llevados a la clínica de Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde permaneció en la sala de urgencias sin recibir atención médica oportuna.
Ante la desesperación de sus familiares y con la ayuda instancias del gobierno estatal, fue canalizado al hospital particular Intermedica, donde le indicaron que su situación era grave debido a que fue necesario cortarle 12 centímetros de intestino, que lagrimeaba sangre y se encontraba en terapia intensiva.
Horas después, trascendió que desafortunadamente las complicaciones su organismo no resistió y perdió la vida.
OPERATIVO SIN PROTOCOLOS
De acuerdo con lo narrado, se sabe que el pasado sábado, Paulino y Vicente acudieron a la colonia La Loma de Pachuca, para entregar una notificación de medidas cautelares (medidas de protección y restricción) de una mujer contra su marido, al que había denunciado de violencia intrafamiliar.
En el lugar ambos policías fueron amagados por individuos armados, quienes tras someterlos los llevaron a la capilla, donde fueron golpeados y vejados hasta la tarde del domingo, cuando según fueron rescatados por agente de la Agencia de Seguridad Estatal.
Otra versión extraoficial indica que los tiraron inertes a la calle. Y lo que sí está confirmado es que el comandante de la Policía de Investigación, Vicente Monroy Ballesteros, falleció minutos después de ser ingresado al ISSSTE.
En el lugar los oficiales estatales detuvieron a cuatro de los probables agresores entre ellos una mujer, lo cual fue confirmado por la PGJEH, en un comunicado de prensa en que indica:
“La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo lamenta lo ocurrido contra los dos elementos de la División de Investigación y se solidariza con sus familiares, con quien mantiene comunicación para brindar el apoyo y respaldo necesario”.

DESTITUCIÓN Y CASTIGO PENAL A COMANDANTE
Y QUIENES MÁS RESULTEN RESPONSABLES
José Antonio Castañeda, hermano de la segunda víctima mortal, exigió la destitución de la comandante Patricia Moya Domínguez, jefa de ambos policías, responsabilizándola de la realización de un operativo sin protocolos de seguridad, pues iban sin armamento.
Así mismo, aseveró, no informó oportunamente que ambos agentes estaban desaparecidos, pues no pasaron lista por la noche del sábado.
De manera inexplicable Patricia Moya informó a sus superiores, hasta el domingo, que perdieron contacto con los hoy occisos, y por lo cual se implementó el operativo de búsqueda a cargo de Seguridad Estatal.
El hermano de la víctima anunció que a las 10:00 horas de hoy, lunes, acudirían a la Procuraduría General de Justicia para buscar al encargado de despacho, Francisco Fernández.