Familiares y amigos de Gloria Cintia González, llevaron su féretro a la entrada de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), con el cadáver exhumado, para exigir justicia por su feminicidio, después de ocho años de ocurridos los hechos y aunque el probable responsable ya se encuentra preso desde hace dos años, pero aún sin sentencia.
En presencia del titular de la PGJEH, Francisco Fernández, la mañana de este viernes, los quejosos hicieron una ceremonia luctuosa con el ataúd, el cual trasladarían al municipio de Agua Blanca para darle sepultura.
Previo al traslado, la familia realizó una manifestación frente a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo, exigiendo justicia y que se esclarezcan los hechos.
Así mismo, acusaron a los exprocuradores Javier Ramiro Lara Salinas y Alejandro Habib Nicolás, según de encubrimiento y conflicto de interés en la investigación del feminicidio de Gloria.
Mayra, hermana de la mujer muerta, de 40 años y quien desapareció en el 2016, manifestó frente a la PGJEH, que a raíz de localizar el cadáver en el 2018, en un domicilio en el municipio de Agua Blanca, las autoridades estatales tardaron cerca de dos años en entregárselos.
Durante este tiempo, Gloria estuvo en calidad de desconocida en las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO); y no se cumplieron con los protocolos de identificación y esclarecimiento ni la necropsia de rigor, según dijeron.
Esto ocurrió hasta que los familiares presentaron las pruebas de ADN, luego de conocer que su cuerpo había sido localizado, explicaron.
De acuerdo con Mayra, ni los médicos forenses, ni la policía investigadora o el Ministerio Público, llevaron a cabo las diligencias de rigor.
Tras seis años de estar prófugo el presunto inculpado por este feminicidio fue detenido en el 2022, en el estado de Baja California, dijeron por las presiones e insistencias de los afectados.

Durante este tiempo, Gloria estuvo en calidad de desconocida en las instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO); y no se cumplieron con los protocolos de identificación y esclarecimiento ni la necropsia de rigor, según dijeron.
Esto ocurrió hasta que los familiares presentaron las pruebas de ADN, luego de conocer que su cuerpo había sido localizado, explicaron.