Hoy el rock nacional está de luto. Se ha ido uno de los más grandes, uno de los últimos verdaderos rebeldes: el Maestro David Lerma El Guadaña, voz, alma y puño en alto de Banda Bostik.
No fue solo un músico, fue bandera, fue calle, fue conciencia. Fue de esos pocos que nunca se doblaron, que hicieron del escenario una trinchera y de la música una forma de resistencia.
En cada verso gritó por los olvidados, en cada riff dejó la huella de un pueblo que no se calla. Fue contestatario, fue valiente, fue verdad.
La última vez que lo vimos fue en la Arena Ciudad de México, y no sabíamos que sería la despedida. Pero así es la historia de los grandes: se van sin avisar, dejando eco, dejando fuego.
Pero como jalaba raza el cabrón y como prendía a la gente, de los ya pocos que quedaban del verdadero rock nacional, casi de esa camada es el Alex lora.
Hoy el barrio se queda más solo, pero tu voz no muere. Tu legado arde en cada guitarra, en cada plaza, en cada corazón rebelde.

Descansa en poder, Guadaña. El rock no se rinde. ¡Hasta siempre, hermano!
Así, con estas líneas compiladas de diferentes páginas electrónicas y de cuentas sociales de rockeros y metaleros de la Ciudad de México y también de Pachuca, damos cuenta de como despidieron a David Lerma “El Guadaña”, de 61 años, líder de la ya también legendaria banda Bostik.